La industria del cáñamo y los operadores multiestatales de marihuana (MSO) se enfrentan en Missouri mientras navegan por un complejo panorama político en relación con los productos de THC derivados del cáñamo. Los intereses establecidos en el sector de la marihuana están presionando para que se aprueben leyes que restrinjan estos productos, al tiempo que se crean excepciones para las grandes empresas de los sectores del alcohol y el cannabis. Esta información procede de Eapen Thampy, un miembro de un grupo de presión de Kansas City con 16 años de experiencia en la política del cannabis.
Thampy explicó que la presión para restringir los productos de cáñamo está impulsada en gran medida por la industria de la marihuana, que está preocupada por los posibles cambios federales que podrían permitir el comercio interestatal. Afirmó: "Parte de la razón por la que se están viendo todos estos proyectos de ley que tratan de restringir los productos de cáñamo... es porque la industria de la marihuana... entiende que cuando la Lista III se reduzca a nivel federal y el comercio interestatal y la marihuana se legalicen, entonces se acabarán sus monopolios de licencias estado por estado".
Este año, muchas de las prohibiciones propuestas han adoptado una nueva forma, introduciendo excepciones específicas que favorecen a las empresas del sector de la marihuana con conexiones políticas. Thampy describió esto como un esfuerzo coordinado de las grandes empresas de cannabis para mantener su dominio del mercado y captar la mayor cuota de mercado posible. Señaló que esta dinámica se está desarrollando en estados como Florida, Misuri y Texas.
En Missouri, Thampy destacó que este es el tercer año consecutivo en que surgen propuestas para prohibir los productos con THC. Sin embargo, por primera vez, la legislatura también está estudiando proyectos de ley que regularían estos productos en lugar de prohibirlos. Señaló que existe una división en el sector, ya que la Missouri Hemp Trade Association ha adoptado una postura de "no compromiso", mientras que otras empresas están trabajando activamente con los legisladores.
El entorno de los grupos de presión también se ha complicado, ya que varias facciones de la industria del alcohol impulsan diferentes programas legislativos. Thampy comentó la situación con humor: "Hay un texto en un proyecto de ley sobre la industria de la marihuana que excluiría a las bebidas. Pero esta semana nos enteramos de que hay otros intereses de la industria del alcohol que están impulsando su propio lenguaje... en este punto, más me valdría hacer palomitas".
De cara al futuro, Thampy predijo que, a finales de año, el mercado de la marihuana de Missouri estará probablemente dominado por unas diez empresas titulares de la mayoría de las licencias, muchas de las cuales son entidades de fuera del estado. Esto contrasta fuertemente con la industria del cáñamo, que describió como predominantemente compuesta por "pequeños operadores propiedad de Missouri" y "tiendas familiares".
El interés por preservar las bebidas y limitar otros productos derivados del cáñamo parece estar influido en gran medida por los intereses de los distribuidores de alcohol. Thampy señaló: "Si eres un distribuidor de cerveza y tienes una marca a la que le va muy bien, probablemente no te importen los vaporizadores, las flores o lo que sea. Lo que te interesa es cómo puedo conseguir más claridad regulatoria para mi producto y ampliar mi distribución".
A falta de ocho semanas para el final de la sesión legislativa, el resultado de estos esfuerzos de presión probablemente marcará el futuro de las industrias del cáñamo y la marihuana en Missouri.
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