El Condado de Santa Bárbara ha adoptado oficialmente su Plan de Reducción del Olor a Cannabis, tras el voto unánime de la Junta de Supervisores del Condado el 18 de marzo. Esta decisión llega después de más de siete años y más de 4.000 quejas de los residentes sobre el fuerte olor del cannabis en Carpintería. Las enmiendas a la ordenanza de cannabis del condado tienen como objetivo abordar estas preocupaciones de larga data.
Presidente Laura Capps expresó su gratitud por la defensa de la comunidad, declarando: "Por unanimidad, la Junta de Supervisores marcó el comienzo de un nuevo capítulo de cannabis en Carpintería hoy. Finalmente escuchamos a la gente y actuamos para que las operaciones de cannabis rindan cuentas por los impactos negativos en la calidad de vida." Reconoció los esfuerzos persistentes de los residentes que buscaban cambios significativos.
La nueva normativa obligará a los cultivadores de cannabis a sustituir la tecnología de fase vapor existente por sistemas de "filtración de carbono multitecnología" o equivalentes en sus invernaderos antes del 31 de marzo de 2026. En caso de incumplimiento, el condado podría revocar o denegar las licencias comerciales. Los agricultores que tengan problemas con la cadena de suministro pueden solicitar una prórroga única de hasta 12 meses, siempre que presenten su solicitud 90 días antes de la fecha límite.
Algunos residentes de Carpintería han expresado su preocupación por el posible uso indebido de las prórrogas por dificultades por parte de los cultivadores, temiendo que retrasen intencionadamente el cumplimiento de la normativa. Una residente, Linda Seiter, instó a la Junta a acortar el plazo a sólo 90 días, reflejando la frustración por los años de quejas.
Durante los comentarios del público, tanto los residentes como los cultivadores de cannabis expresaron su apoyo al plan de reducción de olores y sugirieron posibles ajustes. Tadd McKenzie, copresidente y director financiero de Pacific Dutch Group, abogó por una prórroga de más de 12 meses, alegando el tiempo necesario para la obtención de permisos y la construcción. También propuso una desgravación fiscal para ayudar a mitigar los costes asociados a las medidas de control de olores exigidas.
La ordenanza también introducirá inspecciones anuales obligatorias a cargo de personal formado del condado, con inspecciones trimestrales adicionales después del primer año. El olor se evaluará en el límite de la propiedad mediante un dispositivo conocido como Nasal Ranger, diseñado para medir eficazmente la intensidad del olor.
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