Colorado se enfrenta a importantes problemas presupuestarios, lo que plantea interrogantes sobre la eficacia de sus ingresos fiscales procedentes de la marihuana legal para hacer frente a las necesidades de financiación. Con un presupuesto estatal de aproximadamente $40,5 mil millones, los fondos recaudados del cannabis legal se quedan cortos, contribuyendo sólo alrededor del 0,6 por ciento al presupuesto general.
En el último ejercicio fiscal, los impuestos sobre la marihuana generaron $248 millones para el Estado. Esta cantidad incluye un impuesto especial del 15% pagado por las tiendas minoristas sobre el cannabis al por mayor y un impuesto adicional sobre las ventas del 15% pagado por los consumidores. Sin embargo, estos ingresos no llegan ni de lejos a cubrir el actual déficit presupuestario del estado, de $1.200 millones, que es casi cinco veces superior a la cantidad generada por los impuestos sobre la marihuana.
A pesar del déficit, los ingresos procedentes del impuesto sobre el cannabis se destinan a varias áreas importantes. En el último ciclo presupuestario, el 53 por ciento de los fondos se destinó al Fondo de Efectivo de la Marihuana, que apoya programas relacionados con la salud mental, el abuso de sustancias, la vivienda asequible y los servicios judiciales. Además, el 28 por ciento se destinó a educación y construcción de escuelas, mientras que el 11 por ciento contribuyó al Fondo General para gastos discrecionales y el 8 por ciento se distribuyó a los gobiernos locales.
Sin embargo, las perspectivas de ingresos fiscales procedentes de la marihuana no son halagüeñas. La recaudación de impuestos de la industria del cannabis ha caído más de un 40% desde que alcanzó su punto máximo durante la pandemia del COVID-19. Un informe del personal del presupuesto no partidista de Colorado indica que esta tendencia no es exclusiva de Colorado; estados como California, Washington y Arizona también se espera que vean disminuciones en los ingresos de la marihuana.
Los analistas atribuyen este descenso a la creciente competencia a medida que más estados legalizan el cannabis y al aumento de las ventas por Internet de productos intoxicantes de cáñamo, que aprovechan una laguna en la actual Ley Agrícola. Esta competencia está afectando a los flujos de ingresos que sustentan programas críticos, lo que sugiere que los futuros recortes presupuestarios pueden afectar a la forma en que el dinero de los impuestos sobre la marihuana se asigna a áreas como la construcción de escuelas y los servicios de los gobiernos locales. Los legisladores se están preparando para reevaluar la distribución de estos fondos a medida que continúan los desafíos presupuestarios.
