Los productos de cannabis disponibles hoy en día son mucho más fuertes que los de décadas anteriores, y los niveles de THC (tetrahidrocannabinol) han aumentado de forma espectacular. En 1995, muchas variedades de cannabis contenían niveles de THC en torno al 4%. En la actualidad, los concentrados modernos, como dabs, cera, budder y shatter, presentan concentraciones de THC superiores a 80%.
Este cambio refleja tendencias más amplias en las técnicas de cultivo y producción de cannabis, que han evolucionado para centrarse en maximizar los niveles de THC. El aumento de la potencia ha dado lugar a una variedad de ofertas de productos, lo que permite a los consumidores elegir entre una amplia gama de opciones con distintas potencias.
Aunque la flor de cannabis tradicional sigue siendo popular, la disponibilidad de estos concentrados de alta potencia plantea dudas sobre sus efectos en los consumidores, sobre todo entre los grupos demográficos más jóvenes. El aumento de los niveles de THC puede dar lugar a experiencias diferentes en comparación con los productos de menor potencia, lo que podría aumentar los efectos psicoactivos.
Las investigaciones indican que las concentraciones más elevadas de THC pueden afectar a los niveles de tolerancia y a la experiencia general del consumo de cannabis. Los consumidores pueden descubrir que consumen menos producto para conseguir los efectos deseados, pero esto también suscita preocupación por la posibilidad de un consumo excesivo, especialmente entre los consumidores inexpertos.
Padres y educadores son cada vez más conscientes de este cambio en la potencia, lo que subraya la importancia de educar a las generaciones más jóvenes sobre el consumo responsable de cannabis. A medida que el cannabis se va aceptando y legalizando en diversas regiones, comprender estos cambios en la potencia del producto es esencial para que los consumidores puedan elegir con conocimiento de causa y para los debates sobre salud pública.
En resumen, el panorama del cannabis se ha transformado significativamente desde mediados de la década de 1990, y el auge de los concentrados con alto contenido en THC ha marcado una nueva era en la oferta de productos. Esta evolución requiere una educación y concienciación continuas sobre las implicaciones de los productos de cannabis más potentes.