Oxford Cannabinoid Technologies entra en suspensión de pagos en plena crisis biotecnológica

Oxford Cannabinoid Technologies entra en suspensión de pagos en plena crisis biotecnológica

Oxford Cannabinoid Technologies Holdings (OCTH), una de las pocas empresas farmacéuticas de cannabis que quedan en el Reino Unido, ha entrado en concurso de acreedores. La empresa, que opera a través de su entidad comercial Octavian Therapeutics, había dependido en gran medida de las inversiones para financiar sus ensayos clínicos. Aunque ni OCTH ni los administradores designados, Rushtons Insolvency Limited, han hecho ningún anuncio oficial, varios documentos públicos confirman la situación administrativa.

La administración de OCTH pone de manifiesto una crisis más amplia en la industria biotecnológica mundial, que afecta especialmente a las empresas estadounidenses. El sector de la biotecnología se ha enfrentado a recortes de empleo generalizados y a una ralentización de las fusiones y adquisiciones, y las oportunidades de inversión pública han cesado en gran medida.

El 9 de mayo de 2025, el nombramiento de administradores para OCTH se publicó en The Gazette, el registro oficial del Reino Unido para los procedimientos de insolvencia. El registro indica que Nicola Baker de Rushtons Insolvency Limited asumió el cargo de administrador el 2 de mayo de 2025. A pesar de los intentos de Business of Cannabis de ponerse en contacto con OCT y su proveedor de comunicaciones, no se han recibido respuestas. Sin embargo, un comunicado de Dillistone Group Plc, que cotiza en el AIM, confirmó que Julie Pomeroy, directora no ejecutiva de OCTH, les informó de la administración de la empresa en la misma fecha.

El futuro de la propiedad intelectual (PI) de OCT es ahora incierto. Como empresa sin ingresos, el valor de OCT se deriva principalmente de sus activos de propiedad intelectual. A 30 de julio de 2024, OCT era titular de varias patentes de su principal activo clínico, el OCT461201, un agonista CB2 de molécula pequeña destinado al tratamiento de la neuropatía periférica diabética, la neuropatía periférica inducida por la quimioterapia y el síndrome del intestino irritable. Está previsto que este activo entre en la fase II de ensayos clínicos en 2025, respaldado por ocho patentes que cubren mercados como Estados Unidos, Canadá y China. OCT prevé que el potencial de mercado de sus fármacos podría superar los 1.400 millones de euros en 2030.

En febrero de 2024, la empresa de investigación independiente Edison valoró OCT en 25,3 millones de libras esterlinas, una cifra significativamente superior a su capitalización bursátil en aquel momento. Esta valoración se basaba en gran medida en la entrada prevista en el mercado de OCT461201 en 2030, con un aumento adicional previsto de su segundo compuesto, OCT130401, dirigido a la neuralgia del trigémino.

En 2021, OCT firmó un acuerdo mundial exclusivo de licencia con Canopy Growth Corporation, por el que se concedían a OCT los derechos sobre una amplia biblioteca de derivados cannabinoides farmacéuticos. Esta biblioteca contenía inicialmente 335 derivados y derechos de propiedad intelectual asociados, que desde entonces se han ampliado a casi 500 compuestos patentados. El valor potencial de estos activos es sustancial, dependiendo de cómo se gestionen tras la administración de la empresa.

A pesar de los progresos realizados bajo la dirección de Clarissa Sowemimo-Coker, OCT se enfrentó a continuos problemas de financiación, agravados por un entorno financiero cada vez más restrictivo. En mayo de 2024, Sowemimo-Coker indicó que la decisión de la empresa de salir del mercado público tenía como objetivo aprovechar mayores fondos de inversión privados. Sin embargo, su reciente campaña de recaudación de fondos, cuyo objetivo era alcanzar los 10 millones de libras esterlinas, tropezó con dificultades, probablemente debido a la indecisión de los inversores vinculada a los cambios en el panorama político y a los recortes presupuestarios en las agencias sanitarias estadounidenses, que han creado desafíos para las empresas de biotecnología.

La quiebra de OCTH representa una pérdida significativa tanto para el sector farmacéutico del cannabis como para la industria biotecnológica británica. Refleja las continuas dificultades de un sector que ha sufrido una grave falta de financiación y pone de relieve los riesgos asociados al mercado de la biotecnología, en el que las empresas se enfrentan a mayores obstáculos a la hora de conseguir inversiones y superar los ensayos clínicos.

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