Ante el estancamiento de la legalización federal del cannabis en Estados Unidos, las empresas estadounidenses del sector están dirigiendo su atención a Europa, donde las condiciones normativas y las estructuras fiscales parecen más favorables. Se prevé que el mercado europeo crezca sustancialmente, alcanzando potencialmente $50 mil millones en ventas anuales a medida que más países adopten medidas de legalización.
Alex Kwon, CEO del fabricante de vaporizadores Active, con sede en California, se ha estado expandiendo en el mercado europeo desde 2021. Originalmente entrando en el Reino Unido, donde la marihuana medicinal fue legalizada en 2018, Active ahora genera más de 5% de sus ingresos de negocios de cannabis europeos. Kwon señaló que su empresa está negociando nuevos acuerdos que podrían elevar las ventas europeas a 20% de sus ingresos totales, lo que subraya el potencial de crecimiento en este mercado.
Actualmente, el mercado europeo del cannabis es relativamente pequeño, con unas ventas previstas de aproximadamente $1.200 millones este año. Sin embargo, las proyecciones indican que podría crecer hasta los 1.400 millones de euros en 2028 y alcanzar los 1.400 millones en una década. Alemania, la mayor economía de la Unión Europea, facturó unos $500 millones en ventas de cannabis el año pasado y va camino de acercarse a los $1.000 millones en 2025. Mientras tanto, el Reino Unido, que opera independientemente de la UE después del Brexit, tiene un mercado médico valorado en alrededor de $255 millones.
Otros países europeos también están avanzando en la reforma del cannabis. Los Países Bajos y Suiza están probando programas de marihuana recreativa, mientras que Polonia y la República Checa han lanzado iniciativas médicas. Malta y Luxemburgo permiten actualmente el consumo de cannabis para adultos, y Francia ha propuesto medidas de legalización médica.
A diferencia del mercado estadounidense, donde 38 estados cuentan con algún tipo de legalización, la industria europea del cannabis aún está en desarrollo. Se prevé que el mercado estadounidense del cannabis, valorado en $32 mil millones el año pasado, crezca hasta los $46 mil millones en 2026, lo que representa una tasa de crecimiento de 44%. En comparación, se espera que el mercado de la UE crezca a un ritmo de 115% durante el mismo periodo. Además, las empresas estadounidenses de cannabis se enfrentan a restricciones a la hora de transportar productos a través de las fronteras estatales, mientras que las europeas pueden cultivar cannabis en un país y distribuirlo por todo el continente.
Curaleaf, uno de los mayores operadores estadounidenses de cannabis, se expandió a Europa en 2021 con la adquisición de Emmac Life Sciences por $286 millones. Esta adquisición permite a Curaleaf aprovechar el mercado europeo, que ha mostrado un crecimiento sustancial. Curaleaf International generó $105 millones en ingresos el año pasado, marcando un aumento de 72% respecto al año anterior, mientras que sus operaciones en Estados Unidos experimentaron un ligero descenso.
Will Muecke, cofundador de Artemis Growth Partners, una firma de capital privado centrada en el cannabis, declaró que su estrategia de inversión ha cambiado hacia Europa. Desde 2022, Artemis ha invertido unos $25 millones en empresas europeas de cannabis, y Muecke ve potencial para seguir invirtiendo en la región.
A pesar del optimismo, algunos analistas advierten de la afluencia de empresas estadounidenses a Europa. Kristoffer Inton, de Morningstar, expresó su preocupación por la posibilidad de que el interés actual no sea sostenible, sugiriendo que el mercado podría enfrentarse a retos similares a los experimentados por las empresas canadienses tras la legalización.
A medida que el mercado europeo del cannabis evoluciona, presenta tanto oportunidades como riesgos para las empresas estadounidenses que buscan sacar provecho de entornos normativos más favorables. Con el potencial de un crecimiento significativo, muchas empresas se están posicionando para beneficiarse de los cambios en las políticas de cannabis de Europa.