Dirigentes y funcionarios de finanzas de varios condados de Nueva York están presionando a la Oficina de Gestión del Cannabis del Estado de Nueva York (OCM) para que rectifique problemas importantes en el sistema de distribución del impuesto sobre las ventas de cannabis. Durante la reciente escuela anual de finanzas de condados celebrada en el condado de Warren, tesoreros, interventores y responsables de presupuestos expresaron su frustración con el proceso actual, que obstaculiza su capacidad para asignar los ingresos fiscales del cannabis a los municipios locales de manera eficaz.
En virtud de la Marihuana Regulation and Taxation Act (MRTA), los condados están obligados a distribuir 75% de los 4% locales del impuesto especial sobre el cannabis a los municipios donde operan los dispensarios. Sin embargo, muchos condados informan de que no reciben datos de ventas puntuales o completos de la OCM, que son cruciales para determinar cuántos ingresos fiscales debe recibir cada municipio.
Según el MRTA, los condados deben desembolsar los ingresos procedentes del impuesto sobre el cannabis en un plazo de 30 días a partir de la recepción de los fondos del Contralor del Estado. Este plazo ha resultado difícil para los condados debido a los continuos retrasos en la recepción de los desgloses de ventas necesarios de la OCM. La falta de información esencial ha interrumpido el flujo de ingresos fiscales a las ciudades, pueblos y aldeas, creando confusión y frustración entre los funcionarios locales.
"Los funcionarios de los condados se han dirigido repetidamente a la OCM en busca de orientación con una respuesta limitada", declaró el presidente de la NYSAC, Benjamin Boykin II. Subrayó que los continuos problemas de comunicación ponen en peligro la confianza pública en el programa de cannabis y crean tensiones innecesarias entre los condados y sus municipios.
El proceso de distribución de impuestos previsto requiere que los dispensarios informen trimestralmente de los impuestos sobre las ventas al Departamento de Impuestos y Finanzas. Posteriormente, la Oficina del Interventor del Estado distribuye los fondos a los condados, que dependen de la OCM para proporcionar información sobre las ventas antes de efectuar los pagos a los municipios. Cuando los condados no reciben estos datos, todo el sistema de distribución se tambalea.
El director ejecutivo de la NYSAC, Stephen J. Acquario, destacó que los condados han hecho un esfuerzo de buena fe para implementar los objetivos del mercado de cannabis del estado. Hizo un llamamiento a la OCM para que resuelva rápidamente estas lagunas de información y establezca procedimientos fiables para compartir los datos de ventas con los condados, a fin de garantizar que los beneficios fiscales lleguen a las comunidades que acogen estos negocios.
Esta situación ha llevado a los líderes de los condados a exigir a la OCM una acción inmediata para mejorar el marco de información y distribución del impuesto sobre las ventas, garantizando que los gobiernos locales puedan gestionar eficazmente la industria del cannabis y beneficiarse de ella.