Una mujer británica de 23 años, Chyna Jada Browne-Frater, se encuentra actualmente detenida tras intentar introducir de contrabando 18 kilogramos de cannabis en el Reino Unido. Browne-Frater fue detenida en el aeropuerto internacional de Kotoka, en Accra (Ghana), cuando se disponía a embarcar en un vuelo de British Airways con destino a Londres Gatwick. Al inspeccionar su equipaje, las autoridades descubrieron 32 placas de cannabis, valoradas en aproximadamente 172.000 libras esterlinas ($232.960).
Browne-Frater compareció el sábado ante el tribunal de Accra, que decretó su ingreso en prisión preventiva. Los medios de comunicación locales indican que no se declaró culpable durante su comparecencia ante el tribunal. Este incidente forma parte de una tendencia más amplia de contrabando de drogas en aeropuertos internacionales, especialmente en el Reino Unido.
El mismo día de la detención de Browne-Frater, otro ciudadano británico, Owusu Williams Christian, de 19 años, fue detenido en el mismo aeropuerto. Christian había llegado en un vuelo de Emirates procedente de Dubai y, durante un registro, las autoridades encontraron 92 trozos de presuntos estupefacientes en sus dos maletas. El botín total ascendía a 53,6 kilogramos de cannabis.
La Comisión de Control de Estupefacientes de Ghana (NACOC) expresó su determinación de combatir el tráfico y el consumo de drogas en el país. El aumento de las incautaciones de cannabis refleja un reto cada vez mayor en los principales aeropuertos. En 2022, las autoridades británicas incautaron casi 27.000 kilogramos de cannabis a los contrabandistas, lo que supone quintuplicar la cifra de años anteriores, según la National Crime Agency (NCA).
La mayoría de estas incautaciones se produjeron en el aeropuerto de Heathrow, donde se detuvo a 430 personas que transportaban un total de 14.317 kilogramos de cannabis. Los ciudadanos británicos constituían una parte significativa de los detenidos, y Tailandia se identificó como el origen más común del tráfico de drogas.
En respuesta a los crecientes problemas relacionados con el contrabando de drogas, la Fuerza de Fronteras del Reino Unido ha puesto en marcha un programa piloto para cambiar la forma de tratar a las mulas de la droga. En virtud de este nuevo plan, las mulas de droga detenidas en el Reino Unido no serán arrestadas, sino devueltas a sus países de origen para que afronten allí las consecuencias legales. Esta prueba, puesta en marcha en Heathrow, pretende reducir el número de extranjeros encarcelados en prisiones británicas por delitos de drogas.
La lucha contra el narcotráfico sigue siendo un reto para los organismos encargados de la aplicación de la ley, tanto en el Reino Unido como a escala internacional, que deben adaptarse a la evolución de las tácticas de contrabando y al aumento de la demanda de sustancias ilícitas.