La legalización de la marihuana medicinal en Arkansas se promovió en gran medida como una forma de que los lugareños se beneficiaran económicamente, con la idea de que, si bien ayuda a las personas, los habitantes de Arkansas también deberían beneficiarse de ella. La Enmienda 98, aprobada por los votantes en 2016, ordena que al menos 60% de la propiedad de dispensarios y cultivadores debe estar en manos de residentes de Arkansas. Sin embargo, determinar quién es el verdadero propietario de estos negocios se ha convertido en una cuestión complicada.
Como destacan los redactores de Arkansas Business Mark Friedman y Kyle Massey, muchos contratos de gestión están en manos de entidades de fuera del estado. Esta situación complica la transparencia con respecto a la propiedad y el control de los ingresos de las empresas de cannabis en el estado. Como resultado, es difícil evaluar la cantidad de beneficios financieros que los habitantes de Arkansas están recibiendo de la industria del cannabis medicinal.
El estado ha indicado que se proporcionará cierta claridad sobre la propiedad en mayo, sin embargo, es probable que el panorama de la propiedad siga siendo poco claro. La expectativa es que habrá un mayor enfoque en la transparencia, que es crucial para entender quién se beneficia realmente del mercado de la marihuana medicinal de Arkansas.