La Cámara de Representantes de Texas ha dado un paso importante hacia la ampliación del programa estatal de marihuana medicinal al aprobar un nuevo proyecto de ley. Esta medida bipartidista, encabezada por los Representantes Ken King (R) y Penny Morales Shaw (D), fue aprobada con una votación de 118-16 durante su segunda lectura el lunes. Ahora espera una lectura final antes de pasar al Senado para su consideración.
La legislación propuesta pretende aumentar la disponibilidad del cannabis medicinal permitiendo a los pacientes acceder a una mayor variedad de productos. Estos productos incluirán ahora parches, lociones, supositorios, inhaladores autorizados, nebulizadores y dispositivos de vaporización. Además, el proyecto de ley pretende ampliar la lista de afecciones médicas para los pacientes que deseen registrarse. Las nuevas afecciones abarcarían el dolor crónico, el glaucoma, las lesiones cerebrales traumáticas, la neuropatía espinal, la enfermedad de Crohn, la enfermedad discal degenerativa y cualquier enfermedad terminal para los pacientes que reciban cuidados paliativos. Los veteranos militares también tendrían derecho al registro de cannabis medicinal para cualquier afección médica. Además, el Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas (DSHS) tendría autoridad para ampliar aún más esta lista.
La legislación, conocida como HB 46, también estipula que el Departamento de Seguridad Pública (DPS) debe expedir 11 nuevas licencias para dispensarios, una por cada región de salud pública designada en Texas. En virtud de este proyecto de ley, se permitirá a los dispensarios abrir locales satélite, siempre que reciban la aprobación. Una enmienda añadida durante el debate permitirá a los dispensarios de cannabis medicinal existentes mantener sus ubicaciones satélite, creará un proceso competitivo de solicitud de licencias, establecerá un calendario para la expedición de nuevas licencias, modificará los requisitos de comprobación de antecedentes, permitirá a los médicos determinar las dosis y eliminará el límite existente de 1,2 gramos en la posesión de los pacientes, permitiendo a los médicos recomendar las cantidades adecuadas.
Otra enmienda aprobada obliga a los médicos que emitan recomendaciones sobre el cannabis medicinal a comunicarlas al programa estatal de control de medicamentos con receta.
Si se promulga, este proyecto de ley representaría una notable mejora con respecto al marco actual de la marihuana medicinal en Texas, que sólo permite el acceso a productos específicos de cannabis no fumable a los pacientes con una de las ocho afecciones que cumplen los requisitos, limitados a un máximo del 0,5 por ciento de THC en peso seco.
Heather Fazio, directora del Texas Cannabis Policy Center, expresó su apoyo a la legislación, afirmando: "Este tipo de ampliación exhaustiva del Programa de Uso Compasivo de Texas (TCUP, por sus siglas en inglés) es necesaria desde hace mucho tiempo. Desde su creación, el TCUP ha sido irrazonablemente restrictivo tanto para los pacientes como para los operadores. Aplaudimos al Presidente King y a la Cámara de Texas por dar un paso real hacia un programa más inclusivo para los tejanos enfermos."
El impulso a este cambio legislativo se produce después de que un informe del DPS destacara que el actual sistema de marihuana medicinal no atiende adecuadamente a los pacientes de todo Texas y recomendara un aumento significativo del número de dispensarios autorizados para satisfacer la demanda. Una encuesta reciente indica que el 80% de los votantes de Texas apoyan la legalización de la marihuana en alguna de sus formas, y muchos abogan por una relajación de la normativa.
Paralelamente, un comité de la Cámara de Representantes ha aprobado un proyecto de ley que restringiría a las ciudades la posibilidad de presentar iniciativas en las urnas locales dirigidas a despenalizar la marihuana u otras sustancias controladas. Esta propuesta modificaría la ley estatal para impedir que las entidades locales propusieran en las urnas cualquier medida que pudiera socavar las leyes estatales sobre drogas. A pesar de las decisiones judiciales anteriores que respaldaban las leyes locales de despenalización del cannabis, las últimas sentencias de un tribunal de apelación conservador se han puesto del lado del Estado en contra de las políticas locales de Austin y San Marcos, cuestionando su legalidad.
Los activistas de Texas también están centrando su atención en Kyle, donde pretenden presentar una iniciativa local de reforma de la marihuana a los votantes en las próximas elecciones de noviembre. El gobernador Greg Abbott ha criticado estos esfuerzos municipales, haciendo hincapié en que los gobiernos locales no deberían tener autoridad para anular las leyes estatales. Aboga por la cooperación legislativa para abordar las leyes sobre el cannabis a nivel estatal en lugar de a través de medidas locales.
El Senado de Texas aprobó anteriormente un proyecto de ley que podría amenazar la industria del cáñamo del estado al prohibir cualquier producto consumible derivado del cáñamo que contenga THC. Otras propuestas incluyen la despenalización del cannabis en todo el estado y ajustes a las leyes existentes sobre marihuana medicinal, lo que refleja la continua actividad legislativa en torno a las cuestiones del cannabis en Texas.
Mientras Texas sigue lidiando con la política del cannabis, la posibilidad de ampliar el acceso y la reforma sigue siendo un tema fundamental tanto para los legisladores como para los electores.