La Administración para el Control de Drogas (DEA) se enfrenta a graves acusaciones de obstruir intencionadamente la reclasificación del cannabis, como reveló el ex zar antidroga de la Casa Blanca Rahul Gupta. Esta resistencia interna se ha convertido en una importante barrera para empresas como MMJ BioPharma Cultivation, que desarrolla tratamientos basados en cannabinoides para afecciones como la enfermedad de Huntington y la esclerosis múltiple.
MMJ BioPharma ha seguido los protocolos federales durante más de siete años, presentando dos solicitudes de Nuevo Medicamento en Investigación (IND) que la FDA aceptó, obteniendo la Designación de Medicamento Huérfano para su cápsula de cannabinoides, y recibiendo un registro de Laboratorio Analítico de la Lista I. Sin embargo, la DEA no ha concedido la Licencia de Fabricación a Granel de la Lista I, necesaria para los ensayos clínicos, lo que ha provocado un retraso prolongado que ha obstaculizado el desarrollo de tratamientos que podrían salvar vidas.
La inacción de la DEA parece deberse a la obstrucción burocrática más que a motivos científicos o jurídicos. A pesar de estar en conformidad y haber sido sometida a varias inspecciones, la solicitud de MMJ sigue estancada. Los funcionarios de la DEA, entre ellos el administrador adjunto Thomas Prevoznik, han sido acusados de socavar el proceso de desarrollo del fármaco al ignorar el consenso científico y las directrices del Departamento de Justicia (DOJ).
Los comentarios de Gupta a The New York Times pusieron de relieve la resistencia interna de la DEA a la reprogramación del cannabis, que ha paralizado los esfuerzos de la administración Biden, a pesar de las recomendaciones del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) y de la FDA. Los críticos sostienen que la vacilación de la DEA plantea dudas sobre el valor médico del cannabis, describiendo la situación como un proceso amañado que tiene paralelismos con las luchas de MMJ BioPharma.
Los desafíos legales complican aún más la situación. La reciente sentencia Axon del Tribunal Supremo consideró inconstitucional el sistema de jueces de derecho administrativo (ALJ) de la DEA, y el DOJ ha indicado que ya no defenderá estas audiencias ALJ. No obstante, el caso de MMJ ha sido devuelto a este desacreditado sistema, programándose una vista para el 11 de junio de 2025. Esta situación pone de manifiesto un desafío a las normas jurídicas y un incumplimiento del Estado de Derecho.
El impacto de estos retrasos va más allá de los intereses corporativos; los pacientes que sufren trastornos neurológicos progresivos están pagando el precio. Las terapias con cannabinoides de la marihuana medicinal podrían proporcionar un alivio muy necesario, pero la agencia destinada a facilitar la investigación médica se ha convertido en un obstáculo importante. La Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2025 de la DEA indica que las operaciones respaldadas por cárteles están floreciendo en los estados legalizados, aprovechando las debilidades regulatorias. Esta ironía no ha pasado desapercibida para el director ejecutivo de MMJ, Duane Boise, que criticó a la DEA por bloquear el desarrollo de medicamentos legales mientras permite que prosperen las operaciones ilegales.
En respuesta a estas cuestiones, MMJ BioPharma insta al Congreso a que investigue la conducta de la DEA y a que el DOJ aplique sus políticas para detener los procedimientos ilegales. También piden al candidato a administrador de la DEA, Terrance Cole, que se comprometa a poner fin a este sabotaje burocrático. Boise declaró: "Ya no se trata de ciencia o seguridad. Se trata de poder atrincherado, desafío a la ley y abandono total del interés público. El Congreso debe actuar ya".
MMJ BioPharma está representada por la abogada Megan Sheehan, que está trabajando para sortear estos complejos retos legales al tiempo que defiende los derechos de los pacientes que esperan acceder a tratamientos potencialmente eficaces.
