Dos hombres se enfrentan a cargos por dirigir presuntamente una operación de cultivo ilegal de cannabis a gran escala en el condado de Wayne, Nueva York. Los individuos, identificados como Ardehali y Riggle, fueron acusados de fabricar y poseer miles de plantas de marihuana con la intención de distribuirlas. Esto es consecuencia de una investigación interinstitucional iniciada por la Administración para el Control de Drogas (DEA) en enero tras una denuncia relativa a la operación en Daansen Road, en Walworth.
Según los fiscales, la operación, vinculada a Integrity Farms & Greenhouses, Inc, carecía de la licencia estatal necesaria para cultivar cannabis. La Oficina de Gestión del Cannabis del Estado de Nueva York confirmó que la empresa nunca había obtenido un permiso para el cultivo de marihuana.
El miércoles, las fuerzas del orden ejecutaron una orden de registro en la propiedad de Walworth, que dio como resultado la incautación de aproximadamente 29.406 plantas de marihuana y alrededor de 3.700 libras de cannabis procesado. Las plantas se encontraban en seis cuartos de cultivo distintos situados en un terreno de dos hectáreas.
Si son declarados culpables, ambos acusados se enfrentan a una pena mínima obligatoria de 10 años de prisión, con una posible pena máxima de cadena perpetua. Un abogado que representa a Riggle indicó que su cliente, que afirma que sólo era un peón y no un propietario, está dispuesto a rebatir las acusaciones ante los tribunales. Riggle fue puesto en libertad el mismo día en que se emitió el comunicado.
El abogado de Ardehali también ha declarado que espera ejercer sus derechos legales a lo largo del proceso. El caso está aún en sus primeras fases, y se espera que los acusados continúen su defensa legal a medida que vayan surgiendo más detalles.