Las autoridades de Milán se enfrentan a la incertidumbre sobre el futuro de sus ingresos fiscales por el cannabis, ya que Nature's Treatment Illinois (NTI) se plantea trasladarse a Rock Island. A principios de esta semana, creían que el dispensario permanecería en su pueblo, pero los últimos acontecimientos han cambiado esa perspectiva.
En Rock Island han surgido problemas medioambientales por un proyecto que incluye un dispensario de cannabis y una gasolinera cerca de unos humedales vitales, hábitat del águila calva. El alcalde Mike Thoms está respondiendo con la creación de un grupo de trabajo dedicado a proteger estos humedales. Este grupo de trabajo ayudará a crear una servidumbre de conservación, una medida legal que impedirá cualquier desarrollo comercial en los 528 acres de humedales de Rock Island.
Durante una rueda de prensa, funcionarios municipales y promotores hablaron del plan, cuyo primer paso es la creación de la servidumbre de conservación. El alcalde Thoms espera que el Ayuntamiento vote en su próxima reunión si da instrucciones al personal para que empiece a trabajar en esta servidumbre. Estima que la servidumbre tardará unos seis meses en completarse, seguidos de otros 12 meses para el Plan de Protección de los Humedales.
Sin embargo, el posible traslado de NTI ha creado tensiones en Milán. El administrador del pueblo, Steve Seiver, había asegurado anteriormente a los residentes que la empresa tenía la intención de mantener ambas ubicaciones. Pero el promotor Jeff Hughbanks reveló una perspectiva diferente, indicando que aunque se mantendrá un edificio en Milan, carecen de la licencia para operar el dispensario allí una vez que se trasladen a Rock Island.
Hughbanks expresó su optimismo sobre el traslado, afirmando: "Estamos entusiasmados por venir a Rock Island, eso seguro". Para apoyar esta transición, Rock Island está dispuesta a invertir aproximadamente $3 millones en servicios públicos e infraestructuras, financiados a través de los recursos existentes de financiación por incremento de impuestos procedentes del Casino Bally's.
Miles Brainard, director de desarrollo comunitario y económico de Rock Island, mencionó que se ofrecerían incentivos adicionales a través de un distrito de desarrollo empresarial. Este distrito, que abarca tanto Bally's como el nuevo dispensario, aplicará un impuesto sobre las ventas de 1% en la zona para ayudar a reembolsar al promotor los costes de construcción.
Si la NTI no consigue una segunda licencia de cannabis, Milán podría enfrentarse a un importante golpe financiero, con la posible pérdida de casi $1 millón al año en ingresos fiscales.