Un estudio reciente publicado en Psychological Medicine revela una fuerte conexión entre el consumo diario o casi diario de cannabis y niveles elevados del receptor soluble del activador del plasminógeno urocinasa (suPAR), un biomarcador indicativo de inflamación crónica. Esta investigación sugiere un riesgo potencial para la salud asociado al consumo frecuente de cannabis, en particular en lo que respecta a las afecciones relacionadas con la inflamación.
El estudio analizó los datos de 914 participantes, de 24 años de edad, que formaban parte del Estudio Longitudinal Avon de Padres e Hijos (ALSPAC). Entre estos participantes, 22% fueron diagnosticados de trastorno depresivo mayor, 29% tenían ansiedad y 10% declararon haber experimentado síntomas psicóticos en los seis meses anteriores. Los participantes proporcionaron muestras de sangre para su análisis y respondieron a preguntas sobre su frecuencia de consumo de cannabis.
Los resultados mostraron que aproximadamente 5% de los participantes declararon consumir cannabis a diario, mientras que 7% lo consumían semanal o mensualmente, y 21% lo consumían con menos frecuencia que una vez al mes. En particular, el consumo de cannabis no se correlacionó con los niveles de interleucina 6 (IL-6), proteína C reactiva (PCR) o factor de necrosis tumoral alfa (TNFα). Sin embargo, los que consumían cannabis a diario mostraban niveles significativamente más altos de suPAR, lo que indica un marcado aumento de la inflamación crónica.
El equipo de investigación, dirigido por Emmet Power, se propuso explorar la relación entre el consumo de cannabis y la actividad del sistema inmunitario. Unos niveles elevados de suPAR pueden sugerir una inflamación crónica, que está relacionada con diversos riesgos para la salud, como enfermedades cardiovasculares, cáncer y otras afecciones graves.
Aunque el estudio establece una correlación entre el consumo diario de cannabis y la elevación de los marcadores de inflamación, no implica una relación directa de causa-efecto. Los autores señalan que es necesario seguir investigando para comprender los mecanismos subyacentes a esta asociación. También destacan las posibles implicaciones del consumo frecuente de cannabis en el estrés oxidativo y su papel en las enfermedades crónicas que pueden afectar a múltiples sistemas corporales.
Este estudio subraya la necesidad de concienciar sobre las implicaciones para la salud del consumo habitual de cannabis. A medida que el cannabis sigue ganando aceptación tanto a nivel recreativo como medicinal, comprender sus efectos sobre el organismo resulta cada vez más importante tanto para los consumidores como para los profesionales sanitarios.