Un estudio reciente realizado por la Universidad Estatal de Arizona destaca un aumento de 20% en las visitas hospitalarias relacionadas con el cannabis en Arizona de 2016 a 2021. La investigación, dirigida por la profesora asociada de Psicología Madeline Meier, indica que un número cada vez mayor de estas visitas implican a pacientes diagnosticados con enfermedades mentales. Según los resultados publicados en el Journal of Studies on Alcohol and Drugs, las visitas relacionadas con el cannabis tenían casi ocho veces más probabilidades de tener una afección de salud mental como diagnóstico principal en comparación con las visitas no relacionadas con el cannabis.
La tendencia al aumento de las visitas hospitalarias relacionadas con el cannabis se correlaciona con una mayor prevalencia de diagnósticos de salud mental entre estos casos. Esta tendencia es especialmente notable entre las personas mayores de 65 años. Meier explicó que, aunque la legalización del cannabis recreativo en Arizona no se produjo hasta finales de 2020, los datos analizados son anteriores a este cambio, lo que descarta la legalización recreativa como factor contribuyente al aumento. Sin embargo, el estudio sugiere que el uso médico del cannabis puede haber influido en las tendencias observadas.
Una posible razón del aumento de las visitas al hospital podría ser la creciente potencia de los productos del cannabis. En la década de 1990, la concentración media de THC en el cannabis era de unos 4%. Hoy en día, los productos disponibles en los dispensarios pueden tener concentraciones medias de THC de unos 20%, y algunos concentrados superan los 80% o 90%. Esta mayor potencia puede provocar daños agudos y riesgos para la salud mental a largo plazo.
Otro factor podría ser el creciente número de personas con problemas de salud mental que buscan cannabis como remedio para trastornos como la ansiedad y la depresión. Las investigaciones indican que la depresión y la ansiedad figuran entre las principales razones que la gente aduce para consumir marihuana medicinal.
Aunque los adultos más jóvenes siguen presentando una tasa más elevada de visitas hospitalarias relacionadas con el cannabis, el aumento entre los adultos mayores es digno de mención. Por ejemplo, la tasa de los jóvenes de 10 a 17 años es de más de 2.400 visitas por cada 100.000, frente a las 435 visitas por cada 100.000 de los mayores de 65 años. A pesar de que las tasas globales son más bajas, los adultos mayores están experimentando el aumento más pronunciado de visitas hospitalarias y diagnósticos de salud mental relacionados con el cannabis.
A la luz de estos resultados, Meier subrayó la necesidad de que los profesionales sanitarios informen a los pacientes sobre el aumento de los niveles de THC en los productos del cannabis. Insistió en que es esencial educar a los pacientes sobre los posibles daños agudos y los riesgos para la salud mental asociados al cannabis de alta potencia. Aunque muchos estados permiten el cannabis medicinal para los trastornos mentales, los estudios no han demostrado de forma concluyente sus beneficios, y algunas investigaciones sugieren que dejar de consumir cannabis puede mejorar la salud mental.
En general, el estudio subraya la importancia de comprender la relación entre el consumo de cannabis y la salud mental, sobre todo a medida que los productos cannábicos se hacen más potentes y accesibles.