Un estudio reciente, considerado el mayor de su clase, revela que los pacientes que padecen apnea obstructiva del sueño (AOS) experimentan notables mejoras en la calidad del sueño tras consumir cannabis medicinal. La AOS es una enfermedad que provoca interrupciones repetidas de la respiración o respiración superficial durante el sueño, a menudo debido a obstrucciones en las vías respiratorias superiores. Este trastorno no sólo altera los patrones de sueño y provoca fatiga, sino que también puede aumentar el riesgo de padecer problemas de salud graves, como hipertensión, cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.
En Estados Unidos, la prevalencia de la AOS es significativa y afecta aproximadamente al 33,9% de los hombres y al 17,4% de las mujeres. Los tratamientos para la AOS suelen incluir cambios en el estilo de vida, el uso de dispositivos como la terapia de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) y, en algunos casos, intervenciones quirúrgicas. Sin embargo, el cannabis medicinal ha surgido como una opción de tratamiento alternativa que está ganando reconocimiento.
En Minnesota, la AOS se incluyó como una condición calificada para el uso de cannabis medicinal en 2018. El programa de cannabis medicinal del estado, iniciado en 2015, ha estado recopilando activamente datos de pacientes y realizando investigaciones sobre el uso medicinal del cannabis. El nuevo estudio realizado por la Oficina de Administración de Cannabis de Minnesota (OCM) evaluó a 3,102 pacientes con AOS. De los 2.749 pacientes que declararon trastornos del sueño de moderados a graves, el 39,4% lograron una reducción de 30% en los síntomas durante al menos cuatro meses. Además, entre los que sufrían fatiga de moderada a grave, el 33,5% informó de una reducción similar de los síntomas, también mantenida durante al menos cuatro meses.
Los efectos adversos fueron mínimos: sólo el 16,5% de los participantes informaron de efectos secundarios, la mayoría de los cuales fueron leves. El efecto secundario más frecuente fue la sequedad de boca, mientras que sólo 3,7% experimentaron efectos secundarios graves, principalmente fatiga y dolores de cabeza. Las formas de cannabis medicinal utilizadas variaron mucho entre los pacientes; los productos inhalados representaron el 64,2% del consumo, los productos orales como las gominolas supusieron el 29,2%, y los productos oromucosos y tópicos supusieron el 4,8% y el 1,9%, respectivamente.
En junio de 2024, la OCM informó de que 48.349 pacientes estaban registrados en el programa de cannabis medicinal de Minnesota, siendo la apnea obstructiva del sueño la cuarta afección más común. Este estudio se suma al creciente cuerpo de evidencia que apoya el uso de cannabis medicinal para condiciones de salud, particularmente aquellas como la AOS que impactan significativamente en el sueño y el bienestar general.
