Un estudio reciente publicado en el Journal of Psychiatric Research revela una asociación preocupante entre el consumo de cannabis y los atracones entre mujeres jóvenes adultas. La investigación destaca que las mujeres de este grupo demográfico que consumen cannabis son más propensas a sufrir atracones en comparación con sus homólogos masculinos.
En el estudio, los investigadores analizaron los datos de 1.568 adultos emergentes, con una edad media de 22 años, que participaron en el estudio Eating and Activity over Time (EAT) entre 2010 y 2018. Los participantes completaron encuestas entre 2017 y 2018, que evaluaron su consumo de cannabis, tendencias a comer compulsivamente, síntomas depresivos, consumo de alcohol, índice de masa corporal (IMC) y diversos factores demográficos como la edad, la raza y el nivel socioeconómico.
El análisis, que diferenció las respuestas entre hombres y mujeres, reveló que 33% de los participantes masculinos y 27% de las participantes femeninas declararon haber consumido cannabis al menos una vez en el último año. Entre las mujeres, aproximadamente 24% de las consumidoras de cannabis admitieron haberse dado atracones en el último año, en claro contraste con sólo 13% de las mujeres no consumidoras. Esta disparidad no se observó en los hombres, donde las tasas de atracones fueron menores en general y no mostraron diferencias significativas entre consumidores y no consumidores de cannabis.
Tras ajustar por factores como los síntomas depresivos, el IMC, el consumo de alcohol y las variables demográficas, la fuerte asociación entre el consumo de cannabis y los atracones se mantuvo entre las mujeres. No se encontró ninguna correlación significativa entre los hombres después de estos ajustes. Esto indica una posible relación directa entre el consumo de cannabis y los atracones compulsivos en mujeres, independientemente de los síntomas depresivos.
Los investigadores señalan que el cannabis puede aumentar el apetito y las ansias de comer alimentos ricos en calorías, lo que a menudo se conoce como "el ansia de picar". Este efecto está bien documentado y puede contribuir a los atracones, sobre todo en mujeres que ya presentan tasas más elevadas de trastornos alimentarios y se enfrentan a presiones sociales en relación con la imagen corporal.
Además, los factores psicológicos pueden influir; tanto el consumo de cannabis como los atracones pueden servir como mecanismos de afrontamiento para gestionar emociones negativas como la tristeza o el estrés. Las mujeres con una mayor sensibilidad emocional podrían ser más propensas a consumir cannabis o alimentos como alivio temporal de sentimientos angustiosos.
A pesar de la asociación, el estudio tiene limitaciones. La recogida de datos se produjo en un único momento, lo que dificulta determinar la dirección de la relación: si el consumo de cannabis conduce a los atracones, si los consumidores compulsivos son más propensos a consumir cannabis o si ambos comportamientos se derivan de causas subyacentes comunes. Se necesitan estudios longitudinales para aclarar esta dinámica.
Además, el estudio midió el consumo de cannabis en sentido amplio, sin tener en cuenta la frecuencia, la cantidad o el método de consumo. En futuras investigaciones se podría estudiar si un consumo más intenso o frecuente de cannabis está relacionado con un aumento de los atracones y si los distintos tipos de productos derivados del cannabis, como los que contienen más tetrahidrocannabinol (THC) que cannabidiol (CBD), afectan de forma diferente a la conducta alimentaria.
Los autores del estudio sugieren que sus hallazgos tienen importantes implicaciones clínicas. A medida que se extiende la legalización del cannabis, resulta cada vez más importante comprender su impacto en la salud mental y las conductas alimentarias. Los clínicos que trabajan con mujeres jóvenes que consumen cannabis deberían considerar la evaluación de las conductas alimentarias compulsivas, ya que las intervenciones que abordan tanto el consumo de sustancias como los trastornos alimentarios pueden ser beneficiosas.
El estudio, titulado "Cannabis use and binge eating among young adults: El papel de los síntomas depresivos', fue realizado por Roni Elran-Barak, Sharon Sznitman, Marla E. Eisenberg, Lydia Zhang, Melanie M. Wall y Dianne Neumark-Sztainer.