Una investigación reciente de la Universidad Estatal de Arizona (ASU) ha puesto de relieve un grave riesgo para la salud asociado a los productos de cannabis del mercado negro. A medida que aumentan las hospitalizaciones relacionadas con el consumo de cannabis, el estudio descubrió que estos productos ilícitos contienen niveles potencialmente nocivos de toxinas fúngicas.
El equipo de investigación, dirigido por el profesor adjunto Maxwell Leung, examinó 118 muestras de cannabis no regulado que fueron incautadas por las fuerzas del orden en California y Arizona entre noviembre de 2023 y junio de 2024. Descubrieron que 16% de las muestras contenían micotoxinas de Fusarium, lo que subraya los peligros de consumir cannabis que no se ha sometido a normas de seguridad.
A pesar de que el cannabis es legal para uso medicinal en 39 estados y para uso recreativo en 24, el mercado ilegal de cannabis sigue siendo robusto, estimado en $76 mil millones - potencialmente el doble del tamaño del mercado legal. Este estudio de la ASU llama la atención sobre los riesgos que plantean estos productos no regulados, que pueden sufrir una manipulación inadecuada y un almacenamiento deficiente, lo que provoca su contaminación.
El aumento de las visitas a urgencias relacionadas con el cannabis se ha relacionado con el síndrome de hiperémesis cannábica. Se sabe que una toxina específica, el Fusarenon-X, induce el vómito y podría agravar esta afección. Además, el cannabis es particularmente susceptible a las micotoxinas de Fusarium, que se controlan de cerca en los alimentos, pero a menudo se pasan por alto en la normativa sobre el cannabis. Por ejemplo, el USDA limita el total de micotoxinas de Fusarium a 1.000 partes por billón (ppb) en el grano y a 2.000 ppb en el maíz para consumo humano, mientras que la Unión Europea tiene límites aún más estrictos, limitando ciertas toxinas a 100 ppb.
En su investigación, el equipo de la ASU analizó las muestras de cannabis en busca de 23 tipos de micotoxinas y metabolitos fúngicos, seleccionados por su presencia habitual en los productos agrícolas. El cannabis se molió en polvo y se procesó en extractos para su análisis. Entre las muestras contaminadas, los investigadores encontraron Fusarenon-X y diacetoxiscirpenol en niveles que superaban tanto la normativa de la UE como algunas normas del USDA. Diez muestras presentaban concentraciones de Fusarenon-X de entre 500 y 1.700 ppb, lo que suscita preocupación por la seguridad del cannabis legal, que no se somete a pruebas rutinarias para detectar estas toxinas en la mayoría de los programas estatales o federales.
Leung hizo hincapié en los riesgos asociados a las micotoxinas, señalando que muchas pueden provocar síntomas de vómitos en los usuarios y que la presencia de hongos del género Fusarium puede plantear riesgos de infección, especialmente para las personas con sistemas inmunitarios debilitados.
Dado que una parte significativa del suministro de cannabis en EE.UU. procede de fuentes no reguladas, este estudio de la ASU confirma la existencia de toxinas nocivas en los productos del mercado negro. Los investigadores sugieren que se necesitan más estudios para evaluar los riesgos para la salud que pueden plantear estas toxinas en los distintos métodos de consumo, lo que podría informar sobre si los mercados legales también deberían empezar a realizar pruebas para detectar la contaminación por Fusarium.
Leung señaló que, aunque los niveles de acción reglamentarios ofrecen una referencia, no abordan específicamente los riesgos para la salud asociados a las micotoxinas de Fusarium en formas inhalables. Señaló que las flores y extractos de cannabis se calientan y vaporizan de diversas formas y temperaturas para su consumo. Aunque muchas micotoxinas presentan una gran estabilidad térmica, sigue sin estar claro qué cantidad de ellas se convierten en vapores que entran en las vías respiratorias del consumidor y si su toxicidad difiere cuando se inhalan en comparación con el consumo oral.
El documento titulado "Evaluation of Fusarium Mycotoxins and Fungal Metabolites in Seized Cannabis" pretende arrojar luz sobre estos acuciantes problemas sanitarios.