Cuatro años después de que Alabama legalizara el cannabis medicinal, Dustin Chandler, destacado defensor de los derechos de los pacientes, insta a los legisladores a tomar medidas inmediatas para poner en marcha el programa estatal de cannabis medicinal. A pesar de la legalización, pacientes como la hija de Chandler, Carly, que sufre convulsiones, siguen sin tener acceso a las opciones de tratamiento necesarias.
Chandler, que desempeñó un papel clave en la aprobación de la Ley de Carly en 2014, que permitió el uso limitado de aceite de CBD para pacientes con convulsiones, cree que el programa completo de cannabis medicinal es esencial para mejorar la atención al paciente. Subraya que, aunque el CBD tiene beneficios, muchos pacientes, incluida Carly, podrían obtener mejores resultados con la adición de THC en sus planes de tratamiento.
La Comisión de Cannabis Medicinal de Alabama (AMCC) se ha enfrentado a críticas por su gestión del proceso de concesión de licencias, en particular por la expedición de licencias a empresas que no han completado las inspecciones de las instalaciones. Chandler expresó su incredulidad: "Me deja perplejo que vayamos a conceder una licencia a una empresa que no ha demostrado o puede demostrar que al menos ha iniciado la construcción de las instalaciones. Esto no es jardinería 101; es algo muy sofisticado".
Otra de las grandes preocupaciones de Chandler es la falta de un registro de pacientes. Podría haber un producto, es decir, un medicamento, y ayuda potencial para alguien, pero no hay un registro disponible para asegurarse de que el paciente cumple los requisitos, que tiene un médico que cumple los requisitos. Esto es algo que está escrito en la ley y que no se ha hecho en cuatro largos años".
En una carta dirigida a los 35 senadores del estado, Chandler les imploró que actuaran con rapidez, afirmando: "Es con un sentido de urgencia que les escribo hoy, pidiéndoles una acción inmediata para implementar el programa de cannabis medicinal que se firmó como ley hace 1.422 días. Los pacientes de Alabama, incluida mi hija, siguen sin tener acceso a la medicación vital que podría mejorar significativamente su calidad de vida." Describió los continuos retrasos como una negación de la asistencia sanitaria esencial para aquellos que la necesitan.
La AMCC defendió sus acciones, afirmando que las medidas cautelares del tribunal de circuito han paralizado el proceso de concesión de licencias durante los últimos 16 meses. Destacaron que poderosos intereses en Alabama han influido en el progreso de la iniciativa del cannabis medicinal, a menudo priorizando agendas personales sobre las necesidades de los pacientes. La Comisión señaló que al menos tres cultivadores con licencia ya están cultivando cannabis en Alabama y se comprometió a agilizar la expedición de al menos una licencia de dispensario lo antes posible.
A pesar de estas afirmaciones, defensores como Chandler están perdiendo la paciencia. Los continuos retrasos no sólo representan obstáculos administrativos, sino también oportunidades perdidas para las familias que buscan atención médica crucial. A medida que se desarrolla la situación, la urgencia de una intervención legislativa sigue siendo alta, con muchas familias esperando ansiosamente el acceso a los tratamientos que necesitan desesperadamente.