La opinión pública cambia: La marihuana se considera una alternativa más segura al alcohol

Un reciente cambio en la opinión pública indica que cada vez más estadounidenses consideran la marihuana como una alternativa más segura al alcohol. Según una encuesta de YouGov, la mayoría de los participantes cree que la marihuana es menos nociva que el alcohol. Este cambio refleja una creciente aceptación del cannabis, que ha pasado de asociarse con la pereza a ser reconocido por organizaciones respetadas como la AARP y la Administración de Alimentos y Medicamentos.

Los beneficios médicos de la marihuana desempeñan un papel importante en esta percepción. Las nuevas investigaciones y los testimonios de pacientes destacan sus ventajas terapéuticas, como el alivio del dolor, las náuseas y la ansiedad. El cannabis también es conocido por ayudar a tratar enfermedades como la epilepsia, la esclerosis múltiple y la enfermedad de Crohn. Estos beneficios están animando a muchos a considerar la marihuana como una alternativa viable a los opiáceos para el tratamiento del dolor.

La encuesta de YouGov, en la que participaron casi 20.000 adultos estadounidenses, reveló que 58% de los encuestados consideran que el consumo habitual de alcohol es más perjudicial que el de marihuana. Esta creencia trasciende las líneas políticas, ya que 64% de los demócratas, 59% de los independientes y 52% de los republicanos están de acuerdo en que el alcohol plantea mayores riesgos para la salud que la marihuana.

Cuando se comparan los efectos sobre la salud de ambas sustancias, la marihuana se considera sistemáticamente la opción más segura. Las sobredosis de alcohol se cobran decenas de miles de vidas cada año, mientras que nunca se ha registrado un caso de sobredosis mortal de marihuana. Además, la marihuana parece tener propiedades neuroprotectoras, lo que contrasta con el conocido daño que produce el alcohol en las células cerebrales.

Además, la marihuana es menos adictiva que el alcohol. Mientras que el alcohol puede provocar graves síntomas físicos de abstinencia, la marihuana tiene un potencial de adicción mucho menor. El alcohol también está fuertemente vinculado a un mayor riesgo de lesiones y violencia, una conexión que la marihuana no comparte.

Este cambio de perspectiva ya está influyendo en los hábitos de consumo: más de la mitad de los consumidores de marihuana indican que beben menos alcohol o dejan de beber por completo después de consumir cannabis.