El Departamento de Protección del Consumidor de Connecticut (DCP) emitió el viernes una disculpa por lo que pareció ser una inspección de represalia de un cultivador de cannabis que tuvo lugar el jueves. La inspección suscitó preocupación entre los observadores del sector y las partes interesadas acerca de las prácticas y motivaciones de la agencia.
Según la DCP, la inspección pretendía ser un control rutinario, pero se percibió como una respuesta a los recientes comentarios públicos del cultivador sobre la agencia. Los funcionarios declararon que no aprueban las represalias y subrayaron su compromiso con las prácticas justas en la supervisión de la industria del cannabis.
La disculpa de la DCP se produce en medio de un creciente escrutinio de sus métodos de inspección. La agencia ha estado bajo presión para establecer directrices y normas claras para las operaciones de cannabis en Connecticut. Este incidente ha suscitado debates sobre la necesidad de transparencia y responsabilidad en las prácticas reguladoras del sector.
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