Los legisladores de Alabama impulsan la regulación de los productos de cannabis en medio de la oposición del sector

Los legisladores de Alabama impulsan la regulación de los productos de cannabis en medio de la oposición del sector

MONTGOMERY (Alabama) - Frente a la importante oposición de parte de la comunidad empresarial de Alabama, los legisladores estatales están avanzando en sus esfuerzos por regular los productos cannabinoides psicoactivos. Esto incluye productos como el delta-8 y las bebidas con THC, derivados del cannabis o del cáñamo.

El representante Andy Whitt, republicano de Harvest, destacó la urgencia de estas regulaciones, señalando que en 2023, el Centro de Información Toxicológica de Alabama manejó 235 casos relacionados con el delta-8. De forma alarmante, más de 40% de esos casos afectaron a niños de seis años o menos. Whitt ha presentado el proyecto de ley 445, cuyo objetivo es regular todos los productos consumibles de cáñamo de forma similar a la normativa sobre el alcohol. Subrayó que, aunque esta empresa supondrá un reto, es esencial para la seguridad del futuro del estado.

Whitt está acompañado en esta iniciativa por el senador Tim Melson, republicano de Florida, que inicialmente intentó prohibir todos los productos cannabinoides psicoactivos clasificándolos junto a drogas como la cocaína y la marihuana. Tras el fracaso de este planteamiento, Melson presentó el proyecto de ley 237 del Senado, que pretende regular estos productos de forma similar al alcohol. Este proyecto de ley propone que la Junta de Control de Bebidas Alcohólicas supervise las bebidas infundidas con THC, mientras que otros cannabinoides psicoactivos serán controlados tanto por la Junta ABC como por el Departamento de Hacienda.

El proyecto de ley 237 del Senado también incluye estrictas restricciones a la publicidad, exige nuevas licencias para los minoristas e impone un impuesto especial de 10% sobre todas las ventas de productos cannabinoides psicoactivos. Sin embargo, el proyecto de ley se enfrentó a la oposición en una reciente reunión del comité del Senado, donde resultó en un empate de 4-4 en la votación. Los representantes del sector expresaron su preocupación por las implicaciones de situar el cáñamo bajo la jurisdicción de la Junta de Control de Bebidas Alcohólicas.

Molly Cole, de la Alabama Hemp & Vape Association, argumentó que este cambio normativo supondría una carga para una agencia ya desbordada y podría dar lugar a sanciones más duras para los productos del cáñamo en comparación con el alcohol y el tabaco. Tras la reunión del comité, Melson respondió a las críticas afirmando que lo que le motiva es la preocupación por la seguridad pública, sobre todo en lo que respecta a los niños que acaban en urgencias por culpa de productos no regulados.

Melson señaló que algunas organizaciones que se oponen a la normativa, como la Asociación de Industrias del Cáñamo, temen que una regulación excesiva pueda provocar un aumento de la demanda en el mercado negro, lo que supone mayores riesgos para los consumidores. Sin embargo, se mostró escéptico sobre las motivaciones de las empresas locales que argumentan en contra de la normativa, sugiriendo que podrían estar intentando aprovecharse de las lagunas legales del sector.

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