Exfuncionarios advierten que la reprogramación de la marihuana podría sufrir retrasos sin el apoyo de Trump

Exfuncionarios advierten que la reprogramación de la marihuana podría sufrir retrasos sin el apoyo de Trump

Exfuncionarios de la Administración para el Control de Drogas (DEA) y del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS) han indicado que la reprogramación de la marihuana podría retrasarse significativamente si el presidente Donald Trump no aboga por el proceso. Afirman que sin su apoyo personal, la reprogramación podría estancarse indefinidamente.

Durante un reciente acto virtual organizado por el Centro de Política y Control de Drogas de la Universidad Estatal de Ohio, estos funcionarios debatieron el estado actual del proceso de reclasificación de drogas. Destacaron que los procedimientos para trasladar el cannabis de la Lista I a la Lista III de la Ley de Sustancias Controladas (CSA) están actualmente en suspenso. Esta pausa puede continuar si la nueva administración interpreta los argumentos legales sobre la política federal de drogas de forma diferente a como lo hizo la anterior administración Biden.

Matt Lawrence, antiguo asesor principal de la DEA, esbozó tres posibles resultados para la reprogramación bajo el liderazgo de Trump. El primer escenario implica que la DEA no tome ninguna medida, lo que daría lugar a continuos retrasos sin un final oficial del proceso. Esto podría incluir actualizaciones administrativas menores, pero sería esencialmente un camino de menor resistencia.

La segunda posibilidad es que la DEA finalice rápidamente la norma de reprogramación si Trump da prioridad a la cuestión. Sin embargo, Lawrence señaló que los partidarios de la reprogramación recibieron recientemente noticias decepcionantes, ya que la Oficina de Política de Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP) publicó un informe que no mencionaba la reprogramación ni ninguna reforma del cannabis entre las principales prioridades de la administración en materia de política de drogas para el primer año del segundo mandato de Trump.

En un tercer escenario, Lawrence sugirió que la DEA podría optar por avanzar en la reclasificación, pero podría tener que proponer normas separadas para regular el cannabis como una droga de la Lista III para cumplir con las obligaciones de los tratados internacionales. Subrayó que el panorama político desempeñará un papel crucial a la hora de determinar qué camino tomará la administración, afirmando que "lo más difícil de predecir entre esos tres caminos es la política".

Patricia Zettler, ex abogada general adjunta del HHS, también compartió sus puntos de vista en el evento de la OSU. Señaló que la elección de Trump para dirigir la DEA, Terrance Cole, tiene una amplia experiencia dentro de la agencia, lo que podría no favorecer los esfuerzos de reprogramación. Zettler señaló que las normas institucionales dentro de la DEA podrían desalentar la reprogramación.

Añadió que, aunque la Oficina de Asesoría Jurídica (OLC) podría emitir un nuevo dictamen sobre el uso médico del cannabis, el planteamiento más sencillo podría ser mantener el statu quo actual. Zettler concluyó que si la reprogramación no es una prioridad, las cosas podrían seguir estancadas, lo que representa el camino de menor resistencia.

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