El Senado de Florida ha aprobado un proyecto de ley destinado a regular los productos de THC derivados del cáñamo, incluido el cada vez más popular Delta-8 THC. Esta acción marca el segundo año consecutivo en que el Senado toma medidas para imponer nuevas normas a este sector, que ha crecido rápidamente desde que el estado legalizó el cáñamo en 2019.
La senadora Colleen Burton, republicana del condado de Polk, ha estado al frente de estos esfuerzos reguladores. Ella destacó las preocupaciones del público con respecto a la seguridad de estos productos, afirmando que están "causando daño a los floridanos." Burton subrayó que algunos minoristas están vendiendo productos intoxicantes que han provocado visitas al hospital tanto de adultos como de niños, y trágicamente, en algunos casos, muertes.
El proyecto de ley, conocido como SB 438, prohíbe específicamente todos los productos Delta-8 y restringe los productos derivados del cáñamo Delta-9 a un máximo de cinco miligramos por ración y 50 miligramos por envase. Además, limita el contenido de THC en las bebidas con infusión de cáñamo a cinco miligramos por envase, que sólo pueden venderse a través de minoristas con licencia para vender bebidas alcohólicas.
Antes de que cualquier extracto de cáñamo pueda venderse en Florida, el proyecto de ley exige que cada lote sea analizado en un laboratorio de análisis de marihuana certificado. Los resultados deben ser verificados y firmados por dos empleados del laboratorio para garantizar el cumplimiento de la definición de cáñamo y extracto de cáñamo. Este requisito es consecuencia del testimonio del propietario de un laboratorio de análisis de Lakeland, que reveló que de 53 muestras de cáñamo en flor analizadas en todo el estado, 50 superaban el límite legal de Delta-9 THC y contenían diversos contaminantes.
La senadora Gayle Harrell, también republicana del sureste de Florida, subrayó la necesidad de concienciar mejor a los consumidores sobre estos productos, calificándolos de "muy intoxicantes" y potencialmente adictivos. Señaló que algunos vendedores de productos de cáñamo tienen niveles de THC superiores a los que se encuentran en los dispensarios de marihuana medicinal.
La legislación también endurece las restricciones publicitarias para las empresas y establecimientos de alimentación que vendan productos de cáñamo. Se les prohibirá comercializar de forma visible al público desde calles, aceras, parques u otras zonas públicas.
Además, el proyecto de ley amplía las leyes existentes que impiden la comercialización de productos de cáñamo con THC a los niños. Ahora incluye disposiciones contra los envases que puedan resultar atractivos para los niños o parecerse a productos alimenticios de marca, garantizando que estos artículos se almacenen fuera del alcance de los niños en zonas controladas a las que sólo puedan acceder los empleados.
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