El debate en curso sobre las normativas propuestas para el cannabis medicinal en Maine plantea importantes cuestiones sobre las prioridades del sector. En una reciente declaración, Jennifer Belcher, presidenta de la Asociación de Sindicatos del Cannabis de Maine, expresó su preocupación por el hecho de que estas normativas, aunque posiblemente bienintencionadas, podrían imponer importantes cargas financieras y operativas a los pequeños negocios locales de cuidadores. Belcher señaló: "No se trata de operaciones a gran escala. Son habitantes cotidianos de Maine".
La normativa propuesta pretende mejorar la seguridad de los consumidores y garantizar prácticas responsables en el sector del cannabis medicinal. Sin embargo, los críticos sostienen que estas medidas pueden dar prioridad al cumplimiento de las normas sobre la atención al paciente, lo que podría obstaculizar la capacidad de los cuidadores para operar con eficacia.
Larry Thibault, un ciudadano preocupado de Lewiston, se pregunta si la industria del cannabis medicinal se centra realmente en la salud del paciente o se mueve principalmente por motivos de lucro. Hace un paralelismo con industrias del pasado, como el tabaco y el alcohol, en las que la salud de los consumidores a menudo quedaba relegada a un segundo plano por los márgenes de beneficio. Thibault subraya que la salud y la seguridad deben seguir siendo las principales prioridades en cualquier campo médico, incluido el cannabis.
Mientras el Estado estudia esta normativa, las partes interesadas del sector del cannabis de Maine deben sopesar las repercusiones en el acceso de los pacientes y la necesidad de mantener altos niveles de salud y seguridad. Es probable que el diálogo en torno a esta normativa continúe, ya que tanto los representantes del sector como los defensores de la salud pública tratan de encontrar un terreno común.