Un proyecto de ley destinado a legalizar el cannabis recreativo en Pensilvania se ha estancado en el Senado estatal. El Comité de Ley y Justicia del Senado votó 7 a 3 en contra de la propuesta, deteniendo efectivamente su progresión a una votación completa del Senado e impidiendo que llegue a la mesa del gobernador Josh Shapiro para su aprobación.
Anteriormente, el proyecto de ley había cobrado impulso en la Cámara de Pensilvania, donde se aprobó por primera vez en la historia legislativa del estado. Esta legislación habría permitido a los adultos mayores de 21 años comprar cannabis legalmente. Sin embargo, los legisladores republicanos de la Cámara expresaron su firme oposición al proyecto.
El gobernador Shapiro incluyó la legalización del cannabis en su propuesta presupuestaria, anticipando que el estado podría generar aproximadamente $500 millones en ingresos por las ventas legales. El proyecto de ley esbozaba un marco para que las ventas de cannabis se gestionaran a través del sistema estatal de licorerías de Pensilvania, aunque estos puntos de venta no servirían como dispensarios de cannabis. En su lugar, se establecerían nuevos puntos de venta específicos para la venta de cannabis.
El representante demócrata Dan Frankel, uno de los promotores del proyecto de ley, argumentó que la legalización podría reportar al Estado unos $600 millones de ingresos. Subrayó que retrasar la legalización llevaría a la proliferación de ventas de cannabis no reguladas, lo que crearía riesgos para la salud pública. "Si vas al lado, verás un cartel en la calle con una gran hoja de marihuana que dice que aquí no se necesita tarjeta médica. Tenemos que regular eso. Es un peligro para la salud pública", afirmó.
A pesar del revés en el Senado, el futuro de la legalización del cannabis en Pensilvania sigue siendo incierto. No está claro si los legisladores volverán a impulsar este tipo de legislación en las próximas sesiones.