El Senado de Texas ha aprobado por unanimidad un proyecto de ley para ampliar el acceso al cannabis medicinal para los residentes que sufren de dolor crónico y trastorno de estrés postraumático (TEPT). Esta legislación, conocida como House Bill 46, fue patrocinada por el representante Ken King y aprobada con una votación de 31-0 a última hora del martes.
El senador Charles Perry, republicano de Lubbock y promotor del proyecto de ley en el Senado, subrayó que la ampliación propuesta permitirá a muchas personas que necesitan tratamiento obtenerlo. El proyecto de ley llega tras la reciente prohibición general de los productos no regulados a base de cáñamo y THC, incluidos vaporizadores y comestibles, que actualmente está a la espera de la firma del gobernador Greg Abbott.
Los veteranos y otros defensores han expresado su firme oposición a la prohibición del THC, argumentando que estos productos no regulados han proporcionado alivio cuando el programa estatal de cannabis medicinal ha sido inadecuado. Los críticos han acudido a las redes sociales para expresar su descontento, sugiriendo que los votos de los legisladores repercutirán en sus decisiones en las próximas elecciones.
El Gobernador Abbott tiene hasta mediados de junio para firmar o vetar la ley. No ha manifestado públicamente sus intenciones respecto al proyecto de ley.
Durante una rueda de prensa, el Vicegobernador Dan Patrick criticó el mercado no regulado del THC, afirmando que los legisladores se han comprometido a mantener fuera del mercado los productos inseguros. Destacó los peligros asociados a estos productos e intentó cambiar la percepción pública en su contra, afirmando que suponen riesgos para vidas inocentes.
En el debate del Senado, los legisladores reconocieron las críticas a las que pueden enfrentarse al defender la ampliación. El senador José Menéndez señaló que muchos electores han recurrido a la automedicación con sustancias no reguladas y expresó su esperanza de que el nuevo programa de cannabis medicinal proporcione alternativas más seguras.
El proyecto de ley 46 volverá a la Cámara, donde los legisladores decidirán si aceptan las enmiendas del Senado o envían el proyecto a un comité de conferencia para seguir negociando. La legislación pretende añadir las enfermedades terminales y el dolor crónico a la lista de afecciones que dan derecho al consumo de cannabis medicinal, que ya incluye el trastorno de estrés postraumático. Sin embargo, en el Senado se eliminó una disposición que permitía a cualquier veterano militar acceder al programa, independientemente de su diagnóstico.
El proyecto de ley también propone aumentar de tres a doce el número de dispensarios de cannabis medicinal en Texas, lo que aumentaría la competencia y podría reducir los precios para los consumidores. Los pacientes podrían obtener recetas para un máximo de 90 días con cuatro reposiciones, un cambio significativo respecto a la normativa actual, que exige visitas más frecuentes al médico.
Además, la legislación permite dosis de mayor concentración de productos de cannabis, reduciendo la cantidad necesaria para obtener efectos terapéuticos, y permite el consumo a través de diversos métodos, como vaporizadores, comestibles, aceites y supositorios. El proyecto de ley propone la creación de almacenes satélites para mejorar la eficacia de la distribución y la accesibilidad de los pacientes.
Patrick describió la legislación como una revisión significativa del programa de cannabis medicinal de Texas, que ha sido criticado por su limitado alcance y su baja tasa de participación: sólo unas 20.000 personas se han inscrito en el programa desde su creación hace diez años. Otros estados con programas de cannabis medicinal más inclusivos han visto criterios de elegibilidad más amplios y canales de distribución más eficaces.
El senador Roland Gutiérrez, un demócrata que impulsa reformas más amplias del cannabis, se mostró optimista sobre las posibilidades de un mercado legal robusto del cannabis en Texas. Reconoció los retos que plantean las tiendas de THC no reguladas, pero indicó que la prohibición actual y la propuesta de ampliación del programa médico podrían conducir a una industria del cannabis más estructurada en el futuro.
Gutiérrez hizo hincapié en la importancia de la transparencia en relación con el estado actual de la legislación sobre el cannabis en Texas, afirmando que la comprensión del camino hacia la reforma es crucial a medida que el estado avanza.
