Investigaciones recientes han identificado a Luisiana como el mejor estado de Estados Unidos para el cultivo de marihuana. Con una puntuación de 64,81 sobre 100, Luisiana destaca en condiciones ambientales y marcos legales que favorecen el crecimiento del cannabis. El estado ocupa el quinto lugar en términos de legalidad, experimentando sólo una desviación de 19% de humedad del nivel ideal de 55%. Luisiana también presume de 248 días sin heladas al año, lo que le sitúa en el cuarto puesto del país por el número de días sin heladas, que es crucial para el crecimiento de las plantas.
Además, el clima de Luisiana se caracteriza por temperaturas estables que favorecen el cultivo de cannabis. El estado recibe la mayor pluviosidad anual, con una media de 60,7 pulgadas, lo que favorece un desarrollo robusto de las plantas.
Tras Luisiana, Connecticut se asegura la segunda posición con una puntuación de 60,89. El estado destaca por sus asequibles precios del suelo, ocupando el quinto lugar entre los estados más baratos para la adquisición de tierras. Además, Connecticut tiene bajas emisiones de CO₂, situándose en segundo lugar por cada 100.000 kilómetros cuadrados, lo que beneficia aún más a su entorno agrícola.
Virginia Occidental ocupa el tercer lugar con una puntuación de 60,58. Es reconocido por tener la mejor calidad del aire del país y también se encuentra entre los diez estados con costes de suelo más asequibles, lo que lo convierte en una opción atractiva para el cultivo de cannabis.
Nueva Jersey ocupa el cuarto lugar con una puntuación de 59,71, mientras que Alabama, con una puntuación de 58,68, se sitúa justo al final de la lista. El clima cálido y las abundantes precipitaciones de Alabama contribuyen positivamente a su potencial de cultivo.
Robert Hising, cofundador de Green Unicorn Farms, destacó la importancia de mantener las temperaturas, la humedad y la luz ideales para que el cannabis crezca con éxito. Señaló que varios estados se enfrentan a retos importantes, como condiciones climáticas extremas y restricciones legales, que dificultan la eficacia del cultivo. Por ejemplo, el clima de Nevada presenta condiciones áridas desfavorables para el cultivo de cannabis, mientras que Dakota del Norte se ve afectada por las duras temperaturas invernales.
Los agricultores que se adentran en la industria del cannabis deben tener en cuenta las condiciones climáticas locales, los entornos legales y las mejores prácticas agrícolas para optimizar sus esfuerzos de cultivo.
