Según la Anxiety and Depression Association of America, los trastornos de ansiedad son las enfermedades mentales más frecuentes en Estados Unidos, afectan a millones de personas y casi la mitad de ellas no reciben tratamiento. Estos trastornos desencadenan miedos abrumadores y síntomas desproporcionados a la situación, incluidas reacciones físicas como taquicardia y sudoración. Los tipos más comunes son el trastorno de ansiedad generalizada, las fobias específicas y el trastorno de ansiedad social, junto con afecciones relacionadas como el trastorno de estrés postraumático y el trastorno obsesivo-compulsivo.
Los tratamientos tradicionales de la ansiedad suelen combinar medicación y psicoterapia. Medicamentos como los antidepresivos, las benzodiacepinas y los betabloqueantes tienen como objetivo aliviar los síntomas, mientras que terapias como la terapia de exposición y la terapia cognitivo-conductual ayudan a los pacientes a replantearse sus experiencias.
En los últimos años ha aumentado el interés por el cannabis medicinal como posible método para tratar la ansiedad. Aunque algunos trastornos de ansiedad pueden tratarse con marihuana medicinal, los expertos señalan que es esencial seguir investigando para determinar las dosis más seguras y eficaces. Los productos de marihuana medicinal suelen contener una mezcla de cannabidiol (CBD) y tetrahidrocannabinol (THC). El CBD ofrece alivio del dolor sin efectos psicoactivos, mientras que el THC proporciona beneficios similares pero puede inducir alucinaciones en dosis elevadas. El consumo excesivo de cannabis puede provocar efectos secundarios como confusión, aumento de la ansiedad, taquicardia y posible adicción, lo que complica su función en el tratamiento de la ansiedad.
La doctora en Psicología Sandy Capaldi, profesora asociada del Centro para el Tratamiento y Estudio de la Ansiedad de Penn Medicine, compartió sus ideas sobre la relación entre el cannabis y la ansiedad. Capaldi señaló que las investigaciones existentes presentan resultados contradictorios. "Algunos estudios indican que dosis más bajas de THC pueden aliviar la ansiedad, mientras que dosis más altas pueden exacerbarla", explicó. El CBD muestra sistemáticamente una reducción de los síntomas de ansiedad en distintas dosis. Las distintas variedades de cannabis también pueden ofrecer distintos grados de eficacia.
A pesar de que la marihuana medicinal es accesible para el tratamiento de la ansiedad, los pacientes a menudo carecen de una orientación precisa sobre la dosis debido a la insuficiente supervisión reguladora. Capaldi advierte de que, aunque algunos pacientes pueden buscar en el cannabis una alternativa menos intensiva para controlar la ansiedad, no debe sustituir a los tratamientos de primera línea debido a sus efectos impredecibles. Subraya que la terapia de exposición, que anima a los pacientes a enfrentarse a sus miedos, sigue siendo el tratamiento de referencia para los trastornos de ansiedad. El uso de marihuana medicinal junto con la terapia de exposición podría socavar la eficacia del tratamiento, ya que Capaldi señala que muchos pacientes experimentan un progreso significativo a través de los métodos tradicionales.
Los resultados de la investigación indican que el cannabis medicinal puede ofrecer un alivio a corto plazo, y que los consumidores informan de sensaciones de relajación y mejora del sueño. Un estudio de la Universidad de Washington destacó que el THC podía disminuir la ansiedad en dosis bajas pero aumentar los síntomas en niveles más altos. Por el contrario, el CBD ha demostrado su eficacia para reducir la ansiedad sin efectos adversos en comparación con un placebo. Sin embargo, la variedad de trastornos de ansiedad y las diferentes dosis de CBD en los distintos estudios llevan a conclusiones incoherentes, lo que subraya la necesidad de realizar ensayos controlados más rigurosos.
En última instancia, aunque el cannabis medicinal puede proporcionar un alivio temporal de los síntomas de ansiedad, no iguala la eficacia a largo plazo de los tratamientos establecidos. Las personas que sospechen que padecen trastornos de ansiedad deben buscar ayuda profesional sin demora, ya que retrasar el tratamiento puede acarrear complicaciones graves, como problemas de pareja, mayor riesgo de trastornos por consumo de sustancias, depresión e incluso suicidio. La ansiedad crónica también puede conllevar importantes riesgos para la salud, como infartos de miocardio. Consultar con un profesional sanitario puede ayudar a identificar las opciones de tratamiento más adecuadas y adaptadas a las necesidades individuales.
