El consumo de marihuana entre los estadounidenses mayores de 65 años va en aumento, con estudios recientes que muestran que el consumo casi se duplicó en unos pocos años. Un estudio publicado en JAMA Internal Medicine destaca que el consumo de cannabis en este grupo de edad aumentó de 2,4% en 2015 a 4,2% en 2018, un aumento de 75%. Para 2023, las estadísticas revelan que 7% de los mayores declararon haber consumido cannabis en el último mes, lo que supone un aumento de 46% desde 2021.
Varios factores contribuyen a esta tendencia. La legalización de la marihuana medicinal y recreativa en varios estados ha reducido el estigma y ha hecho que el cannabis sea más accesible. Además, los adultos mayores recurren cada vez más a tratamientos alternativos para problemas crónicos como el dolor, el insomnio y la ansiedad. Una encuesta realizada por la Universidad de Michigan reveló que, entre los consumidores de cannabis de más edad, 81% lo utilizan para relajarse, 68% para dormir y 63% para aliviar el dolor.
A pesar de la creciente aceptación del cannabis entre las personas mayores, los profesionales de la salud expresan su preocupación por su interacción con los medicamentos. Riesgos como el mareo, el deterioro cognitivo y una mayor probabilidad de caídas son especialmente pertinentes para este grupo demográfico. Además, muchos adultos mayores no comentan su consumo de cannabis con los profesionales sanitarios, lo que puede dar lugar a la omisión de información crucial sobre seguridad.
A medida que el consumo de cannabis sigue ganando adeptos entre los estadounidenses de más edad, los expertos instan a investigar y educar a fondo para promover un uso seguro y eficaz en este grupo de edad en expansión.
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