Missouri ha generado $80 millones de impuestos y tasas sobre las ventas de cannabis desde que lanzó su programa de marihuana medicinal en 2020, con $33,8 millones recaudados solo en el año fiscal en curso. Sin embargo, estos ingresos no son suficientes para satisfacer las necesidades operativas de los siete hogares de veteranos del estado, que dependen de estos fondos para la nómina y el mantenimiento.
La Comisión de Veteranos de Missouri, que supervisa la financiación, ha visto disminuir los ingresos procedentes del juego, concretamente de las entradas a los casinos, que han bajado considerablemente desde la pandemia. Según el senador estatal demócrata Steve Roberts, vicepresidente de la comisión, este descenso ha creado un déficit financiero que los fondos del cannabis sólo cubren parcialmente.
Roberts señaló que, si bien los ingresos fiscales procedentes del cannabis son beneficiosos, no constituyen una fuente de financiación estable. Cada año, la comisión debe volver a la legislatura para solicitar financiación adicional, ya que la dependencia de las fluctuantes ventas de cannabis y la disminución de los ingresos del juego deja a los hogares de veteranos en situaciones financieras inciertas.
El representante estatal republicano Dave Griffith se hizo eco de estas preocupaciones, destacando la dificultad a la que se enfrenta la Comisión de Veteranos de Missouri para planificar el futuro. Griffith criticó la idea de que la financiación del cannabis por sí sola puede resolver los problemas financieros de los hogares de veteranos y expresó su frustración por la continua dependencia del juego y la marihuana como fuentes de financiación.
Desde la legalización de la marihuana medicinal en noviembre de 2018 y la posterior legalización del cannabis de uso adulto en 2022, la distribución de los ingresos se ha dividido en tres áreas: subvenciones para la prevención del consumo de sustancias, el sistema de defensores públicos y la comisión de veteranos. En el año fiscal 2024, la comisión recibió $19,4 millones en total de las ventas de cannabis medicinal y de uso para adultos, con proyecciones que estiman $32,6 millones para el próximo año fiscal.
Sin embargo, Griffith advirtió que el futuro de esta financiación está estrechamente ligado a la salud de la industria del cannabis, que puede ser volátil. Tanto Griffith como Roberts se han comprometido a abogar por soluciones de financiación más fiables para los hogares de veteranos, haciendo hincapié en el apoyo bipartidista para estas instalaciones a través de las líneas políticas.
El gobernador Mike Kehoe también ha reconocido los problemas de financiación, asegurando que bajo su administración no se cerrará ninguna residencia de veteranos por falta de apoyo estatal. En su discurso sobre el estado de la nación, el gobernador destacó la importancia de seguir invirtiendo en la atención a los veteranos.
A pesar del optimismo por las futuras ayudas, la situación financiera sigue siendo precaria, y las residencias de veteranos se enfrentan a un panorama fiscal incierto motivado por la inconsistencia de los ingresos procedentes del cannabis y el juego.